Renovacion Del Carnaval





Con la llegada de la Carretera Panamericana en los años 70 y la mayor inclusión de Pasto en la economía colombiana, el Carnaval se renueva con la presencia de nuevas tendencias en el manejo de los materiales, nuevos ritmos musicales y una creciente corriente cultural que propugnaba por el redescubrimiento de las raíces Quillacingas y su vinculación activa en el Desfile Magno o día de los Blancos. Es en esa época que las carrozas se llenan de motivos que exponen diversas reivindicaciones sociales de los pueblos americanos, también en esos años se realizaron las primeras filmaciones a color del desfile del 6 de enero, nuevamente a cargo del maestro Luis Quenguan.





Para los años 80, la multiplicidad de corrientes culturales alrededor del Carnaval evidencia la necesidad de la creación de un ente corporativo fuerte que asuma la planificación, organización y ejecución de esta fiesta. Se tenía planeado que dicha institución tuviera participación tanto de la municipalidad de Pasto, como del sector industrial y comercial, de los artesanos y cómo no, de los secotres académicos de la región.
Es en esta década que las poblaciones cercanas a Pasto, comienzan a montar sus propios Carnavales, algunos efímeros como el de Verdes en la ciudad de Ipiales (ahora Carnaval de la Frontera) y otros más duraderos como el de Rojos en la ciudad de Buesaco. La nota predominante es que en toda la región suroccidental de Colombia, se generalizaron festividades que coincidían con las celebraciones de fin de año y que tomaban prestados elementos autóctonos del popular Carnaval de Pasto.

Esta realidad presenta dos intentos para la conformación de una institución que vele por la preservación de las fiestas de Pasto, pero tanto los esfuerzos de mediados de los 80, como los de inicio de los 90, no son fructíferos, porque los diversos sectores involucrados no logran un consenso, por lo que será la Alcaldía de Pasto la que seguirá gerenciando la festividad a través de una subsecretaría especial llamada la Oficina del Carnaval, que veía con preocupación como corría peligro la identidad de los Carnavales de Negros y Blancos de Pasto. Es en esta época de agitación, en que se masificó el uso de la tradicional frase: Viva Pasto Carajo!.